FLORA NO VASCULAR

Flora no vascular o briófitas son términos que se utilizan para referirse a plantas tres Phylum distintos: hepáticas (Marchantiophyta), antocerotas (Anthocerotophyta) y musgos (Bryophyta).
Se les llama no vasculares porque a diferencia de otras plantas, como árboles o arbustos, carecen de tejidos conductores que transporten el agua y la savia dentro de la planta. En general carecen de una membrana cerosa llamada cutícula (salvo algunas excepciones), por lo que no pueden regular el contenido de agua dentro de sus tejidos (poiquilohídricos).
En general son plantas pequeñas de color verde, sin hojas, tallos o raíces verdaderas. Se reproducen por esporas y son frecuentes de observar en lugares húmedos y sombríos. Aunque en la época de invierno existen especies efímeras que proliferan en suelos erosionados y con escasa cobertura vegetal.
En base a los estudios realizados por Gradstein & Cuvertino 2015 y Larraín 2017, se han identificado 112 taxones de briófitas en la Reserva, correspondientes a 81 musgos, 26 hepáticas y 5 antocerotes. Estos estudios se han realizado principalmente en las zonas con bosque esclerófilo y en áreas acotadas, por lo que aún es necesario profundizar en estos estudios para tener una fotografía más completa de la riqueza de especies en el lugar.
Un hallazgo interesante es el de la especie Rhodobryum chilense (=Bryum rubromarginatum), conocido previamente solo del especimen tipo (Ochi 1982) recolectado por Bertho y Jaffuel en Renca en 1919 (Larraín, 2017).
Los invitamos a través de esta galería a descubrir algunas de las pequeñas bellezas que se esconden en los bosques de Altos de Cantillana.